Nuestra Historia




Todo comenzó en un grupo pequeño de jóvenes, en una salita llena de sillas de madera con revestimiento gris que parecían gritar "¡cómodas, pero no tanto!". Allí estaba ella, Natalia, sentada con esa calma que desarma a cualquiera. Yo, Antony, con mi mejor intención de romper el hielo, me acerqué, la saludé y lancé mi mejor chiste (o eso creía). ¿Resultado? Silencio absoluto. Ni una risita, ni un guiño, ¡nada! Solo una mirada que decía: "Inténtalo de nuevo, amigo". Creo que en ese momento mi ego se sentó en un rincón a reflexionar.
Pero el destino, o mejor dicho, Dios, tenía otros planes. Entre invitaciones de amigos en común y salidas que parecían casuales (pero que ahora sospechamos que eran parte de un plan divino), empezamos a compartir risas, charlas y momentos que tejieron una amistad hermosa. Íbamos y veníamos, como en un baile torpe pero encantador, hasta que un día, entre cafés, miradas y alguna que otra indirecta, nos dimos cuenta de algo: Dios nos había cruzado por un propósito mucho más grande.
Desde ese momento, todo cambió. Cada día, siento que Dios me presta un poquito de Su amor infinito para amarla, aunque sea solo el 1% de lo que Él la ama (¡y créanme, eso ya es muchísimo!). Nat es mi compañera, mi cómplice, mi razón para seguir intentando contar chistes (aunque ella aún se ría de mí más que de ellos).
Detalles del Evento
Ceremonia
Recepción
Celebremos juntos.
Lugar
Recreo Turistico palestina
Nueva cajamarca, San Martin
